Se balancea en el trapecio, mirando alrededor... El escenario es muy grande, piensa, y la gente está inquieta por ver un buen show.
El hombre sabe que su número no suele cautivarlos, el algo distinto que un partido de fútbol, un concierto u otros espectáculos más populares. Es menos habitual, y en ocasiones menos apreciado. Naturalmente se siente muy nervioso.
Pero trata de alejar los malos pensamientos, manejar sus nervios y logra dar una voltereta impresionante. La gente lo aplaude, y encendido por los aplausos tira una segunda voltereta aún más impactante.
Su chica lo está mirando desde una de las butacas. En lugar de acobardarlo, le dio ganas de dar lo mejor de sí mismo. Entonces, para el asombro de todos, hace un doble salto mortal y logra el climax de la noche.
Los aplausos y alabanzas brotaban del público, y se sintió el tipo más feliz del mundo.
Su novia se acerca una vez terminado el show, lo besa y lo felicita. Él le da las gracias.
Finalmente le cuenta que estuvo mucho tiempo ensayando para poder hacer bien las acrobacias
jueves, 24 de noviembre de 2011
martes, 22 de noviembre de 2011
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