Shh... Silencio, no escucho las voces. Ahí están, de nuevo..oh sí, las oigo claramente... pero no... todavía no las entiendo del todo... deben estar hablando en clave o algo así...
Quizás estoy delirando, aunque no, ya no me asusto, ya no como antes. Antes pensaba que las voces eran la prueba de mi locura. Ahora las entiendo como parte mía. Están hechas de la misma sustancia que los sueños, son también muchas veces ignoradas por mí mismo. Pero ahí están, siempre, infalibles.
No sabía de que hablar en este post, pero quería escribir algo. Tal vez por eso pedí silencio al principio. Porque gran parte del tiempo hay una batucada en mi cabeza que me impide oir las voces que se encuentran detrás. Y a lo mejor me querían decir algo.
Califico lo que acabo de escribir como espiritual, demasiado espiritual, empalagosamente espiritual.
Siempre al escribir tengo el defecto de perderme por las ramas mirando mi ombligo. Siempre.
Ay dios, qué boludo me pongo a veces. Bueno tenía que subir algo después de tanto trabajo de mi compañero... al menos lo intenté.
Qué dificil ponerse a escribir con tantas voces que me dicen a la vez que soy un pelotudo... me declaro en huelga, cállense!!!
Voces de mierda, quién las necesita.
Colo
sábado, 24 de octubre de 2009
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2 comentarios:
Este es un relato en directo de un estado de ánimo que se apodera de mi cuando intento escribir (y cuando intento tantas otras cosas).
Puedo imaginarmelo como miles de voces criticándome, destruyéndome. Una verdadera tiranía dentro de mi cabeza
juaa q copado, creo q por eso no tenemos 450 visitas por día, somos demasiado pelotudos y nadie se atreve a decirnoslo, cobardes!
Manuel.
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