miércoles, 10 de marzo de 2010

La araña.

Yo lo único que vengo a decir es que, ayer a la noche un amigo estaba saliendo de mi casa para entrar en el auto e irse, cuando al pasar por debajo de un árbol se tropezó con una telaraña de dimensiones épicas produciendo que mi asustado amigo pronuncie gritos de horror y espanto y al mismo tiempo volviéndose para atrás en un intento acertado de quitarse semejante telaraña. Cuando el horror terminó, que duró solo unos segundos, pero parecieron minutos, nos percatamos que lógicamente, en una telaraña de dimensiones épicas, había una araña de dimensiones épicas, sorprendidos al ver semejante tamaño de araña en plena ciudad procedimos a contemplarla, mi amigo que en su celular tenía linterna, la ilumino y pudimos ver lo hermosa que era, de color amarilla y negra, las patas eran como garras y se le podían ver los ojos si apuntabas la linterna en un ángulo especifico, en el cuerpo tenía un dibujo realmente hermoso, que me hizo recordar a las construcciones y dibujos aztecas, era hermosa y estaba ahí quieta esperando una presa, durmiendo o simplemente pasando el tiempo. Pensé para mis adentros, tengo que sacarle una foto ¿una? un montón, de diferentes ángulos, me siento Steve Irwin o ese que le saca fotos a las serpientes cuando fotografío insectos o animales, me imagino en el medio del África esperando el momento justo para que el ser vivo tome cierta posición y ahí apretar el flash.

Corro adentro de mi casa a buscar la cámara digital, la despierto a mi madre y le pregunto dónde se encuentra y ella me da la mala noticia, me dice, entre sueños y realidades, con vos lenta y suave, "me parece que la tiene tu hermana, pero la cámara está rota". No podía ser, tenía que encontrar esa cámara y verificar que no funcionase. Finalmente la encontré en el ropero de mi madre, en el lugar que siempre se guarda, fui hasta la araña, apreté el botón de encendido, pero no prendió, las esperanzas se me cayeron al piso, no le podía sacar la foto, en un intento desesperado, le saco la batería y se la vuelvo a colocar, aprieto el botón de encendido y esta vez la cámara prende, pero se apaga al instante, no debía tener batería, no le pude sacar fotos. Finalmente, me salude con mi amigo y entré a mi casa, tomé el cargador de la cámara, subí a mi habitación, la enchufe para que se cargue y me dormí escuchando Bach y pensando que si alguien la veía la iba a matar y que cuando me despertara iba a sacarle fotos.

  A la tarde siguiente, me levanté a las 14 horas, me fijo que la cámara funcione y no funcionaba, debe ser la batería, pienso, bajo de mi habitación pensando que después de comer voy a contemplar la araña, disimuladamente para que nadie la vea. Me preparo unos panchos y mientras estoy boludeando por internet, escucho un ruido parecido a una moto, muy fuerte y muy cerca de mi casa, mientras almuerzo imito con mi voz el ruido de la moto, cuando me cae la ficha, no es una moto, bueno si, es una moto, pero una motocierra, miro desde el interior de mi hogar el árbol donde estaba posada la araña y veo que las ramas del mismo se mueven pronunciadamente. Cazo las llaves, corro para salir y en el momento que voy por la mitad del pasillo, veo como una rama grande en forma de "Y" con pequeñas ramificaciones, se cae para el lado de mi casa y la de mi vecino, quedando colgada de la pared que separa la calle, de mi vivienda; haciendo que muchas ramas complicaran la salida hacia la calle. Contemplo unos segundos el pedazo de árbol para ver si no se movía y al rato salgo dificultosamente a la calle, cuando confirmo lo peor, la araña ya no está, ahora hay restos de telaraña y hay un hombre en el árbol cortando ramas... No le quise preguntar cuál fue el destino de la pobre araña, en el fondo, no quería enterarme, me gusta pensar que escapo y está con sus amigas contando como sobrevivió al "hombre con la motocierra". El señor me miró y me pregunto: "¿vos sos de ahí?" Señalando mi casa, le respondo que si y me dice: "en un segundo le estoy moviendo la rama", "si, si, no se preocupe, salí por otro motivo" le respondo y entro a mi casa un poco triste...

FIN

Escrito por Manuel de ColoManu el 10/03/2010. Historia Verídica.

5 comentarios:

ColoManu dijo...

Ahora no me gusta la historia (?)

Manuel

Confite dijo...

jajaj nunca oí cosa semejante... y mi amigo se TROPEZÓ con una TELAARAÑA jajaja, muy buena. Nunca vi una tan grande. Cuando era más chico, me paseaba por mi barrio buscando telaarañas, con un amigo agarrabamos hormigas y se la tirabamos. Era un espectaculo ver al animalucho retorcerse intentando salir de la tela, luego ver salir a la araña (siempre distinta a la anterior), luego el ataque en cuestión, que incluia telaaraña para envolver a la hormiga más un veneno poderoso que le va deshaciendo las entrañas (esto lo se gracias a Animal Planet).

Bueno , me encantó la historia. Te mando un abrazo Manu

Anónimo dijo...

Siiii, buenisima la historia, yo lo hago con mis primos eso de tirar hormigas a la telaraña...
Soy santikapo_23 del foro...

ColoManu dijo...

Con un amigo encerrábamos arañas en un frasco con agujeros,para q pueda respirar, y cuando hacía la telaraña, le tirábamos hormigas y demás insectos.

Anónimo dijo...

Fuaaa, lo voy a hacer...