sábado, 6 de febrero de 2010

Vecinos

Hoy estuvimos con Manu en una charla con vecinos. El tema: ¡oh si! MACRI y su puta policía metropolitana. Es que estan queriendo poner una comisaría nueva (entiéndase, van a haber DOS comisarías, una para cada policía  O.o ....) acá en Chacarita, y no se les ocurrió mejor lugar que sobre un predio destinado a ser un polideportivo. 
Y , da un poco de bronca. Pero esperemos que se pueda frenar esta forrada...


Hablando de Macri y su policía, aca reposteo (asi se dice?) un post del blog de Podeti ( http://weblogs.clarin.com/podeti ). Está medio largo pero es un cago de risa, leanlo...





(Otra entrega de “Las Dos caras de Verdad”, conducido por Salazar y Marini)

SALAZAR: ¡Buenas noches, bienvenidos a otra entrega de “Las dos Caras de la verdad”! Soy Salazar, periodista combativo!
MARINI: Y yo soy Marini, periodista “de arriba”. Porque es hora de dejar conceptos perimidos y anticuados como izquierda y derecha. Y a mí me gusta arriba (sonríe haciéndose el pícaro).
SALAZAR: Ah, pensé que te gustaba por atrás.
MARINI: Ahhh bueeeeeeeeno, ese es el humor refinado e intelectualoide de la izquierda recalcitrante que por suerte hoy se encuentra en retirada flagrante. ¡*cof Piñera cof*!
SALAZAR: Ah, bueeeeno, la típica chicana de la derecha que hoy intenta volver desde debajo de las piedras donde se había escondido como las larvas que son. En fin. La-men-ta-ble. Hoy nos visita precisamente uno de los miembros más peligrosamente abyectos de la derecha nacional y neo-menemista: El Jefe de Gobierno de la Ciudad, el Sr. Mauricio Lacri. (Lo mira a Macri) Yo le digo así, es un juego de palabras. No es que me equivoqué.
MARINI: Disculpeló, Ingeniero, sangra por la herida. Está estresado porque hasta su ex ídolo, el demagogo populista e incumplidor de los compromisos internacionales Duhalde hoy pide la ayuda de nuestras Fuerzas Armadas.
SALAZAR: (Re caliente) No era mi ídolo, tarado. Bien que vos te pagaste la casita del country con la pesificación.
MARINI: (Se pone rojo) La pagué con mi laburo, imbécil. ¡Yo la-bu-ro! MACRI: Este… ¿Me voy?
SALAZAR: (Fuera de sí) ¡Sí, vayasé, Lacri! ¡Es lo que claman millones de vecinos de la Ciudad!

(Macri se para. Marini lo agarra del brazo y lo sienta violentamente)

MARINI: ¡No, quedesé, Ingeniero! ¡No le demos el gusto a la izquierda fascista y patotera!
SALAZAR: (Se para muy amenazadoramente) ¡No, retiresé! ¡Lo que menos necesita esta coyuntura es el fortalecimeinto del neo-conservadurismo!
MARINI: (Agarrando a Macri de la corbata, que amagaba pararse) ¡No se mueva, Ingeniero! ¡Parémonos con firmeza frente al desprecio por las instituciones y la libertad de prensa!
MACRI: ¡Po favor, la corbata, Maini, me está ahogando!
MARINI: (Lo suelta) Ah, sí, perdón. Disculpe, Ingeniero, es el apasionamiento.
SALAZAR: Está bien, quedesé. Tengo unas cuantas preguntas comprometedoras para hacerle.
MARINI: ¡El Ingeniero no vino a responder tus preguntas, Salazar, sino a mostrarnos el progreso que está haciendo el Gobierno de la Ciudad en el combate contra el flagelo de la Inseguridad! ¿No, Ingeniero?

(Macri saca una pistola eléctrica Táser y la coloca en el centro de la mesa)

MACRI: Si, Maini, eha es la pistola Táser, un arma no letal que se usa en las gandes capitales de mundo.
MARINI: ¡Qué maravilla! ¡Un arma no letal! ¿Te das cuenta, Salazar? ¡Si todas las armas del mundo fueran así –no letales- las guerras no serían más que competencias lúdicas entre países, donde gana el que deja más gente paralizada, una suerte de “mancha helada” donde se deciden complejos conflictos económicos y políticos internacionales! ¡Un paraíso! ¿No, Ingeniero? ¡Un pa-ra-í-so!
MACRI: Ehacto, nosotios o que queemosh e hustamente que la poicía tenga una opción menos cuenta para…

(Macri recibe dos dardazos y cae al piso, presa de convulsiones. Salazar tiene el arma en la mano. Marini lo mira con aire de reproche)

SALAZAR: Perdón, perdón, quería ver cómo funcionaba.
MARINI: ¡Sos una bestia, Salazar! ¡Sos como un chico! Con razón creés en esa ideología perimida e infantil (Ayuda a Macri a levantarse) A ver, Ingeniero, sientesé. ¡Quiere algo?
MACRI: Ahhh, aghhh…
SALAZAR: Bueno, por lo menos quedó comprobado que es no letal.
MARINI: (Le arranca el Táser de la mano y vuelve a guardar los dardos) ¡Traé para acá, Salazar!
SALAZAR: Tené cuidado, Marini, a las armas las carga el diablo.
MARINI: No digas pavadas, Salazar, el Ingeniero explicó que es un arma completamente segura y no letal. Lo que pasa es que no hay que ser atolondrado. Pero si le dejás el seguro, ¿ves? Esto que está acá.

(El arma se dispara otra vez sobre Macri, que vuelve a caer al piso con una taque epilético)

SALAZAR: ¡Qué hiciste, Marini! ¡Es nuestro invitado!
MARINI: (Recoge a Macri, afligidísimo) ¡Me confundí el seguro con el gatillo, Ingeiero! Perdón, perdón. ¿Quiere algo?
MACRI: Agghha, ahhga aghhgahaha.
MARINI: ¡Estoy desolado! Ahora vengo, le voy a traer un Chivas al Ingeniero. ¡Vos, Salazar, no hagas nada, eh!
SALAZAR: ¿Pero cómo le voy a hacer algo, Marini? ¿Vos me creés capaz de una cosa así?
MARINI: (Se queda unos segundos mirándolo, receloso) Mmmm. Bueno. Ya vuelvo.

(Marini se retira. Salazar lo mira alejarse, agarra el táser, vuelve a cargarlo y apunta a Macri. Este abre los ojos, desesperado, sin poder hacer nada, como en la película “Audition” y hace un ruidito agudo)

SALAZAR: ¿Qué se siente, Lacri? Yo le voy a decir. Se siente igual que las víctimas indefensas del gatillo fácil, un gatillo fácil que gracias a esta medida ahora se convierte en “picana fácil”. ¡Yo no le voy a hacer nada, porque la tortura es de cobardes! ¡Pero espero que la primera víctima letal del táser, que no tardará en existir, quede para siempre en su concien…

(Marca el ritmo de las sílabas con la pistola, y esta se dispara sola. Macri cae, nuevamente presa de horrendas convulsiones y cae al piso. Salazar se sobresalta y deja la pistola en la mesa. Llega Marini, con un vaso de whisky con hielo)

MARINI: ¿Qué pasó???
SALAZAR: Ni idea. Estaba viendo mis papeles y la porquería esa se disparó sola.
MARINI: ¡No me mientas, Salazar, que hay millones de televidentes mirándonos!
SALAZAR: Mirándome a mí en todo caso. Vos sos lo más anti-rating que hay. ¡Y te aseguro que son testigos de que esto ha sido culpa casi exclusiva de las políticas del Ingeniero Lacri, que ha caído víctima de su propia abyección!

(Marini mira fijamente a los ojos a Salazar, haciéndose el “Lie to me”. Salazar le mantiene la mirada. En un momento medio que se tienta. Después se pone serio y entrecierra los ojos, con cara de malo)

MARINI: Está bien, Marini, te creo.
SALAZAR: ¡Y si no me creés mirá los tapes! Mirá si me voy a amargar porque no confíes en mí!
MARINI: No, por favor, faltaba más, yo sé que sos un caballero.

(Salazar se queda mirando con aire de dignidad ofendida. De golpe reprime una risita, y hace ruido como con la nariz. Se aguanta. Se cubre la frente con una mano, fingiendo gran conturbación y respíra hondo, tratando de dominar la risa. Marini lo mira afligido. Luego vuelve a ayudar a Macri, le arranca los dardos y trata de que tome el whisky)

MARINI: ¿Se siente mejor, Ingeniero?
MACRI: Ahhh, sí… Yo… En fin…
MARINI: Respire hondo. ¿Se acuerda de lo que pasó exactamente?
SALAZAR: ¡No seas ridículo, Marini! ¿Cómo se va a acordar, después de este lamentable accidente? Lo más probable es que cualquier cosa que cuente ahora sea un delirio. Es mejor no creerle ni una palabra de lo que diga.
MARINI: Sí, capaz que tenés razón? ¿Me ve, Ingeniero? ¿Cómo se siente?
MACRI: Bien, bien, sólo me siento medio raro.
SALAZAR: ¡Los electrochoques le curaron los problemitas de dicción que tenía!
MARINI: ¿Ves, Salazar? Al final va a resultar que el Táser tiene hasta aplicaciones medicinales. Igual, Ingeniero, ¿le digo algo? Yo creo que agunas cosas son mejor a la vieja usanza. “Old ways are better”, como dicen por ahí. (Saca una pistola y lo apunta) ¡Por eso, para defenderme de la delincuencia nunca salgo sin mi vieja Magnum!
MACRI: (Se sobresalta y se le vuelca el whisky encima) ¡Ahhhh!
SALAZAR: ¿Te volviste loco, Marini? ¿Cómo vas a apuntar a nuestro invitado, incluso a un invitado como Lacri?
MARINI: (Sonríe, canchero, y aprieta el gatillo. Sale una pequeña llama) ¡Era una broma! ¡Es un encendedor! Sólo quería distender un poco el momento, Ingenier...

(Acerca el fuego demasiado y al contacto con el whisky, la camisa sintética de Macri se incendia. Macri corre por todo el estudio, como una antorcha viviente)

MARINI: ¡Ahhhh! ¡El ingeniero se incendia! ¡Hay que hacer algo!!!
SALAZAR: (Le alcanza el táser, nuevamente cargado) ¡Tomá, Marini, disparale!
MARINI: ¡Sí, sí!

(Le dispara los dardos y Macri cae al piso, incendiándose y ahora con convulsiones. Marini mira a Salazar furioso)

MARINI: Pero, ¿para qué me dijiste que le dispare, Salazar???
SALAZAR: ¡Ni idea, fue lo primero que se me ocurrió!
MARINI: ¡Ay, Dios Santo!
SALAZAR: Bueno, ¿y vos por qué me hiciste caso???
MARINI: ¡Al final esto es una porquería! ¡A más mínimo roce se dispara en seguida!
SALAZAR: Por favor, Marini, no es momento.
MARINI: ¿De qué?
SALAZAR: ¡De hablar de tus problemas maritales!

(Marini amaga una bofetada y congela la imagen, excepto el fuego, que sigue incendiando todo el estudio. Suena la música de “No toca botón”



Saludos y buen finde!
Colo.-

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es verdad, el uso de la pistola taser no sirve, hay que usar armas con balas reales, hay tanta lacra dando vuelta.